¿Qué tipo de emprendedor eres? - Tips para convertirte en el mejor
Es claro que eres el CEO, Founder, Owner, Director, Gerente General, o alguna variante de tu propia empresa, pero ¿sabes realmente en qué nivel estás? ¿cómo te ves a ti mismo y qué es lo que perciben los demás? ¿cuál sería el siguiente paso?
Un capo a nivel mundial en la materia (Bradley Schwartz), clasificó a los emprendedores en 6 niveles. Te cuento aquí la versión resumida, que te puede ayudar a entenderte mejor, dándote una perspectiva diferente, que te permitirá decidir si estás donde quieres estar.
Sin más preámbulos, los niveles, según el autor son:
0: Empleado
1: Auto empleado
2: Manager
3: Owner / Líder
4: Inversor
5: Capitalista
Aquí ya difiero con este buen hombre, ya que el 0 y el 1 son prácticamente lo mismo, al igual que el 4 y el 5. Por otro lado, esto no debe verse como una escalera, sino más bien como un camino ascendente donde inicia en 0 y finaliza en 5, pero con mucho trecho entre cada checkpoint. Es decir, la mayoría estamos en un nivel intermedio entre uno y otro punto, sino no estaríamos progresando y eso sería muy aburrido.
1 – Autoempleado
Es un emprendedor que dedica el 90% de su tiempo en el producto, con muy poco foco en la comercialización y poco conocimiento de la gestión de una empresa. Cumple todos los roles en simultáneo, por lo que no hace nada del todo bien.
Si estás aquí, lo que debes hacer es cambiar tu perspectiva. Por ejemplo, no te veas como un consultor o un freelance, sino, en todo caso, como el dueño de la consultora. También debes generar una visión de tu empresa: ¿a dónde quieres llegar? Trabajar para intentar crear un flujo de trabajo y poder contratar a alguien para que te ayude.
Una variante de este caso es el llamado nivel 0, que se diferencia porque además, tiene un único cliente y todo el negocio depende de ello.
Muchos emprendedores nunca avanzan de esta posición. Se sienten que avanzan porque trabajan 14 hs por día, pero en realidad están estancados en un círculo vicioso (necesitan el producto terminado para generar ingresos, pero necesitan ingresos para terminar el producto).
2 – Manager
Este es un mal lugar para quedarse, pero desgraciadamente es parte del camino. Las características de este hito, según el autor, son:
Creen que si algo tiene que hacerse bien, lo tienen que hacer ellos mismos
Pierden el foco, ya que sienten que es más importante ser jefe que ganar dinero
Contratan gente que pueden controlar, no direccionar, ya que quieren estar en todo
Ven la plata de la empresa como su plata y no como la ganancia que la empresa genera como tal
Tienen problemas para la toma de decisiones y no cuentan con información para ello
Espero que no estés en este punto, pero si así fuera, te doy algunos tips para avanzar. Tienes que armar un equipo (no una suma de empleados) y debes liderarlo. Tienes que crear una suma de procedimientos que lleven adelante a tu empresa (recuerda por qué la creaste en primer lugar). ¿Cómo saber si lo lograste? Cuando tengas un líder autónomo en cada área de la empresa, que te reporten, no que los dirijas sino que los lideres.
3 – Líder (Owner)
Si estás aquí ya puedes darte por satisfecho, ya que muy pocos llegan. Trabajas menos, porque todas tus áreas están controladas por un responsable y no tienes que preocuparte del día a día. Tienes tiempo para ver cómo aumentar el valor de la empresa, abriendo nuevos canales de venta o mejorando procedimientos. Tu rol es direccionar la empresa sin «trabajar» en ella.
Te preguntarás, ¿por qué avanzar si ya estoy donde quiero estar? La respuesta es que tal vez no seas feliz aquí donde llegaste. Es irónico, porque estás donde miles y miles quisieran estar, pero tal vez no te sientas completo en este lugar. Tienes demasiado tiempo libre y eso puede ser un problema.
Un problema de esta posición es que probablemente no te sientas cómodo, porque a ti te gustaba el trabajo que hacías y ahora ya no te sientes útil.
Personalmente, te entiendo. Pregúntate nuevamente «¿A dónde quieres llegar?», «¿Qué es lo que te hace felíz?»
Probablemente encuentres que la respuesta es algo más compleja que este camino ascendente que describe el autor, ya que podrías seguir siendo el líder de la empresa, pero a su vez cubrir alguna tarea o participar en algún área que te apasione (por ejemplo, en investigación para definir el roadmap de tu producto, o en ventas para presentar tu producto en eventos, como hacía Steve Jobs o Bill Gates).
Ahora bien, si a pesar de lo dicho decides alcanzar el último nivel y convertirte en inversor, una persona de negocios, lo que debes hacer es cambiar la visión de ti mismo. Tienes que poner un CEO y abrirte del manejo de tu empresa, la cual pasa a ser sólo un negocio que produce un determinado ROI y debes invertir tu tiempo en generar otros negocios, que te produzcan cada vez mayores beneficios.
4 – Inversor
Tu foco está en el retorno de la inversión (ROI). El juego es aquí muy diferente y podrías cometer errores, no temas, todo es aprendizaje. Llegaste hasta aquí cometiendo errores, no lo olvides.
La gran pregunta es: «¿Te sientes cómodo en este rol?» Si no es así, no te preocupes, puedes volver al nivel 3 cuando gustes.
Como corolario, la diferencia que ve el autor entre este nivel y el siguiente es que en el último, realizas inversiones con capital externo, no con el tuyo propio, ayudas a empresas a crecer y a salir a la bolsa. Yo veo esto como una variante de este mismo nivel.
Si llegaste hasta aquí, a modo de autoanálisis y por una cuestión de respeto por el tiempo que me dedicaste, me gustaría contarte cómo me veo yo mismo. Es importante para que entiendas quién es el que escribió estas líneas.
La verdad, siento que me encuentro entre algún punto entre los niveles 3 y 4. Es decir, lidero más de una empresa del mismo rubro, las cuales tienen una estructura sólida y líderes de área en quienes confío y que tienen una clara responsabilidad. Sin embargo, también me involucro en las áreas que me apasionan, que son varias (dirección de proyectos, gerenciamiento del negocio a nivel macro, nuevos productos). Por otro lado, también tengo inversiones, y no sólo en bolsa, sino en otras empresas, de las cuales soy accionista o socio estratégico.
Una frase que me quedó grabada es aquella que dice: «Si estás trabajando mucho, es porque tu empresa no está trabajando».
Digo esto porque es algo que siempre me hace ruido, ya que cuando me sobra el tiempo, muchas veces me siento mal porque pienso que estoy siendo improductivo o que tengo poco trabajo, pero la verdad es que se trata de lo contrario (el trabajo está muy bien organizado y funciona como un mecanismo correctamente aceitado). En esos casos, aprovecho para pensar en nuevas oportunidades, o escribo algunas líneas en un blog.